Recordamos que en 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la definición del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”
La fecha fue elegida para recordar el femicidio, en el año 1960, de las hermanas Patria, María Argentina y Dedé Mirabal “Las mariposas”, a manos de la dictadura de Leónidas Trujillo, en República Dominicana.
Fue así que por resolución 54/134 del 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó que, a partir del año siguiente, la fecha estipulada como el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, sería cada 25 de noviembre.
Desde el año 2009 ONU Mujeres lanzó la campaña “Di NO. UNETE”, designando el 25 de cada mes como el “Día Naranja”. Con esta iniciativa se pretendió movilizar a la sociedad civil y a los gobiernos, para que juntos amplíen el impacto de la campaña.
En el año 2020 la ONU Mujeres gestionó una campaña denominada “ÚNETE de aquí al 2030”, por el que se insta a los gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones de mujeres, las y los jóvenes, el sector privado, los medios de comunicación y todo el sistema de las Naciones Unidas para unir fuerzas que aborde la pandemia mundial de violencia contra las mujeres y las niñas.
El lema de la campaña para el 2021 fue UNETE: “Pinta el mundo de naranja: Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!”. La intención fue hacer énfasis en la prevención ante las cifras alarmantes sobre la violencia de género: una de cada tres mujeres ha sido víctima de abuso en su vida. El naranja es el color estrella de las campañas porque representa un futuro más brillante y libre de violencia contra mujeres y niñas.[1]
La campaña internacional que es anual, tiene como fin eliminar la violencia contra las mujeres y niñas de todo el mundo e inicia todos los 25 de Noviembre y se extiende hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Son 16 días de activismo contra la violencia.[2]
[1] https://www.diainternacionalde.com/ficha/dia-internacional-eliminacion-violencia-mujer
[2] https://www.un.org/es/observances/ending-violence-against-women-day
Igualdad de género hoy para un mañana sostenible
- El lema 2022 para la campaña de la ONU Mujeres es: "Igualdad de género hoy para un mañana sostenible".
- En la República Argentina en el 2009 se sancionó la Ley 26485 de “Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las Mujeres”.
A pesar de las sanción de la Ley 26485 y las reformas en el Código Penal en el 2012 –mediante la Ley 26.791-, modificando los incisos 1° y 4° del artículo 80 y se incluyeron los incisos 11° y 12° que imponen la pena de prisión o reclusión perpetua a quien "matara a una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género" (inciso 11°) y a quien lo hiciera "con el propósito de causa sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación en los términos del inciso 1° (inciso 12°), con lo que se incorporaron las figuras del femicidio y del femicidio vinculado, los femicidios van en aumento.
Según el Observatorio MuMaLá hasta el 20 de noviembre de 2022 se registraron 252 muertes violentas de mujeres e integrantes del colectivo trans, es decir que en Argentina ocurre 1 muerte violenta de mujeres cada 25 horas.
El informe revela que: “Nuestros hogares siguen siendo el lugar más inseguro para nosotras ya que de acuerdo al informe, el 64% de los femicidios fueron cometidos en la vivienda de la víctima o en la vivienda compartida”.
Destacan que las provincias con tasas más altas de femicidios son Tierra del Fuego con 2,2, La Pampa con 1,6 y Santiago del Estero con 1,4. También informan que el 63 % de los femicidios fue cometido por parejas o ex parejas, el 13 % por hombres familiares directos de la víctima, el 9 % por hombres conocidos por la víctima, el 4 % por hombres familiares indirectos de la víctima, el 4 % hombres desconocidos por la víctima.
El 15% había denunciado a su agresor, el 52 % tenía orden de restricción de contacto o perimetral y el 14% además botón antipánico. El 7 % fue cometido por personas de las fuerzas de seguridad (policías, militares, servicio penitenciario, ya sean activos o retirados). En el 22% de estos estos casos los femicidas utilizaron el arma de fuego (reglamentaria).
Estos datos alarmantes dan cuenta que el Gobierno debería declarar inmediatamente la Emergencia Nacional en Violencia de Género “NiUnaMenos”, tal como lo solicitan desde el Observatorio Nacional MuMaLá, que tiene representantes en 20 provincias. El objetivo es el de erradicar, prevenir y asistir la Violencia de Género con inversión acorde a la complejidad de la problemática.
Estas cifras nos muestran que el lugar más inseguro para las mujeres no es una calle habitada por desconocidos, sino que es nuestro propio hogar en donde habita quien alguna vez dijo amarlas. Concluimos que en 8 de cada 10 casos los femicidas pertenecen al círculo íntimo de las víctimas, es decir que quienes matan a las mujeres tuvieron con ellas algún tipo de relación afectiva.
Por esto, es fundamental y urgente que el Estado intervenga, que esté cerca de las mujeres y que lleve adelante iniciativas que promuevan la autonomía económica de las Mujeres para garantizarles el acceso a educación, a un empleo formal, y a una vivienda propia en donde su vida esté a salvo.
Como podemos apreciar seguimos en un momento crítico en relación a la gran cantidad de casos de femicidios cometidos en nuestro país, que se acrecienta año a año. A pesar de que se han potenciado las líneas de atención de casos de violencia, estos se han incrementado y los femicidios no cesan.
Es fundamental tener datos disponibles, más refugios y protocolos específicos, apoyar a las organizaciones y redes de mujeres y capacitar a la policía. Desde el año 2015, la Corte Suprema de Justicia de la Nación elabora un Registro de datos estadísticos de las causas judiciales por muerte violenta de mujeres por razones de género.
El concepto de femicidio permite visibilizar estas muertes y de esta manera alcanzar una comprensión más acabada del fenómeno y sus causas. Por otro lado, después de la reforma de la Constitución Nacional en 1994, se incorporaron los siguientes tratados internacionales "La Convención sobre la Eliminación de todas la Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belem do Pará) que imponen el deber de implementar políticas públicas para eliminar toda manifestación de discriminación y violencia contra la mujer.
En el ámbito interno, la ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales (Ley 26.485 Violencia Contra La Mujer. Prevención, sanción y erradicación) establece en su artículo 37 que la Corte Suprema de Justicia de la Nación llevará registros sociodemográficos de las denuncias efectuadas sobre hechos de violencia previstos en la ley, con los datos de las mujeres que padecen violencia, así como del agresor y las sanciones que se le deben imponer.
Las mujeres merecen tener una vida libre de violencias, por esa razón desde el Instituto de los Derechos de las Mujeres, EXIGIMOS que se implementen políticas públicas que den estricto cumplimiento a las disposiciones de la Ley 26485 y el cumplimiento de los Tratados Internacionales que, como dijimos, imponen el deber de implementar políticas públicas para eliminar toda manifestación de discriminación y violencia contra la mujer.