Doctrina

  • Decretos de Necesidad y Urgencia.

¿Son los DNU una respuesta útil y eficaz a las urgencias normativas del mundo contemporáneo? o ¿surgen como consecuencia de la imposibilidad de las fuerzas políticas de convivir razonablemente en un ámbito de discrepancia, y en tal contexto el Ejecutivo de turno se vale de ésta legislación de excepción como instrumento de poder para imponer sus decisiones al margen del Legislativo?. He aquí algunas nociones que permitirán comprender su uso –y abuso- así como la evolución en el criterio de nuestro Máximo Tribunal.
ADMINISTRACIÓN & DERECHO, Revista de Doctrina y Jurisprudencia, Ed. Ares, noviembre, 2010.

Los procesos de diferenciación estructural y funcional transitados por las sociedades latinoamericanas contemporáneas contribuyeron a la consolidación de cuerpos sociales con múltiples y fragmentados intereses y demandas, circunstancia que ha puesto en evidencia la pérdida de la función integradora de la política formal como elemento de unificación social y la crisis de representatividad de los partidos políticos en orden a su incapacidad de canalizar adecuadamente y dar respuestas a las variadas demandas sociales, hecho éste que conduce a los sectores más desaventajados a optar por las nuevas vías de participación política “no institucionalizada” y da lugar a una nueva concepción de la política que excede los límites de las relaciones formalizadas del sistema político.
Revista Más Poder Local N° 17, Julio 2013, España, julio, 2013.

La separación de poderes requiere para su equilibrio un sistema de “checks and balances” (controles y contrapesos), representado por diversas reglas de procedimiento que permiten a uno de los poderes limitar a otro. Uno de los defectos más graves de la pretendida reforma judicial es que lesiona el sistema de control. En efecto, si el nombramiento y remoción de los jueces depende del Consejo de la Magistratura y éste está dominado por el Poder Político, el Judicial controlará a los poderes Ejecutivo y Legislativo, pero luego estos poderes controlarán sin límite al Judicial, permitiendo al poder político un campo de control ilimitado. Y entonces tendremos un modelo de gobierno centrado en el poder presidencial; un Ejecutivo con súper poderes y una República sin poderes independientes.
Síntesis Forense 135, julio 2013.

El presidencialismo latinoamericano, pese a encontrarse inspirado en el equilibrado sistema estadounidense, ha evolucionado hacia una enorme y asimétrica concentración del poder en manos del titular del Ejecutivo, circunstancia que ha originando prácticas autoritarias desde los mismos poderes democráticos; más aún, ha implicado una dificultad en la dinámica de la continuidad constitucional.
Síntesis Forense 136, diciembre 2013.
 

España, un ejemplo digno de imitar; cómo un país cuya Constitución no prevé técnicas propias del federalismo para articular las relaciones del Estado central con las Comunidades Autónomas y de éstas entre sí ha podido desarrollar mecanismos de cooperación verticales y horizontales supliendo la falta de una cultura de la colaboración en pos de la resolución de problemas en el ejercicio del poder.
REVISTA DE CIENCIA POLÍTICA, Revista N° 20 “INSTITUCIONES Y PROCESOS GUBERNAMENTALES”, diciembre 2013.
 

Los países latinoamericanos en su intento de aplicar el modelo presidencialista estadounidense incurrieron en prácticas defectuosas que distorsionaron su diseño y dieron lugar a un nuevo patrón de presidencialismo con características regionales propias, tales como la excesiva concentración de poder en el Ejecutivo, las posibilidades de bloqueo entre poderes, la baja tendencia cooperativa y a armar coaliciones duraderas, la rigidez y la posibilidad de ruptura democrática y surgimiento de prácticas para-constitucionales. En efecto, presidentes con poderes cesarísticos que intentan gobernar el país sustrayéndose al control de los otros dos poderes instalando el decretismo; regímenes de doble autoridad –presidente y legisladores elegidos por el electorado- con mandato fijo que no incentiva la cooperación entre Ejecutivo y Legislativo; tendencia al bloqueo y a la inercia institucional; sistemas de partidos políticos altamente fragmentados y predominio de Legislativos débiles. Estas características definen la esencia de los presidencialismos latinoamericanos. Un modelo de gobierno centrado en el poder presidencial; un Ejecutivo con súper poderes y una República sin poderes independientes.
Revista Más Poder Local, N° 19, España, marzo 2014.