13
Sep
2024

Exitosas Jornadas Nac. de Mujeres de FACA en el CASI

Las XIII Jornadas Nacionales de Abogadas de FACA "Defender y juzgar con perspectiva de género" se llevaron a cabo en nuestro Colegio el 19 y 20/9/2024, encabezadas por la Presidenta de la FACA, Dra. Mariel Margarita Tschieder y la Presidenta de la Comisión de los Derechos de la Mujer-FACA- Dra. María Elena Barbagelata. Nuestro agradecimiento por haber sido distinguido el CASI como anfitrión, honrado con la participación de destacadas expositoras y acompañados por muy atenta y numerosa concurrencia.
Apertura a cargo de la Presidenta del Colegio, Dra. Guillermina Soria. Palabras de la delegada del CASI ante FACA, Dra. Silvia Pedretta y las de clausura por la Directora del Instituto de los derechos de las Mujeres local, Dra. Susana Villegas.
* Galería de fotos de las jornadas.

Los días 19 y 20 de septiembre de 2024, contando con la concurrencia de colegas de gran parte del país, se llevaron a cabo estas jornadas, encabezadas por la Presidenta de la FACA, Dra. Mariel Margarita Tschieder y la Presidenta de la Comisiòn de los Derechos de la Mujer-FACA- Dra. María Elena Barbagelata, habiendose cumplido el  programa de actividades completo

 

  • Se encuentran disponibles cinco galerías de fotos para su consulta y descarga.

XIII Jornadas Nac. de Abogadas de FACA. Galeria de fotos (I)

XIII Jornadas Nac. de Abogadas de FACA. Galeria de fotos (II)

XIII Jornadas Nac.de Abogadas de FACA. Galeria de fotos (III)

XIII Jornadas Nac. de Abogadas de FACA. Galeria de fotos (IV)

XIII Jornadas Nac. de Abogadas de FACA. Galeria de fotos (V)  Recepción jueves 19/9/24

Apertura de las XIII Jornadas Nacionales de Abogadas

Discurso de la Presidenta del Colegio, Dra. Guillermina Soria

Queridas y queridos colegas, autoridades, distinguidas invitadas, sean muy bienvenidas al colegio de Abogados de San Isidro.

Es para mí un placer participar de la apertura de estas jornadas nacionales de abogadas de FACA. 

En primer lugar, permítanme hacer un reconocimiento especial para las integrantes del Instituto de derechos de la Mujer del Colegio, quienes pensaron y trabajaron con mucho entusiasmo y dedicación para que estas jornadas se hicieran posibles y especialmente a Silvia Pedretta y a Susana Villegas, porque sé de sus esfuerzos.

Anhelo que en esta ocasión no solo compartamos conocimientos y experiencias, sino que además reafirmamos nuestro compromiso con la justicia social, la paridad y la igualdad.

Hoy como sabemos enfrentamos desafíos sin precedentes en todo el mundo, basta con prender la televisión para conmocionarnos con casos aberrantes como el que tiene en vilo a Francia, o estremecernos con las decisiones que llevan al recrudecimiento de la represión de las mujeres en Irán, o en la esfera local alarmarnos con la oleada de femicidios desatados, o analizar con preocupación los índices que advierten sobre el agravamiento de las condiciones económicas y sociales de las mujeres.

La violencia de género sigue siendo una de las violaciones de derechos humanos más extendidas y según datos de la ONU, una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual a lo largo de su vida. Este dato nos recuerda que la lucha por la erradicación de la violencia contra las mujeres no es solo una cuestión legal, sino un imperativo ético y humano.

En la región de América Latina la CEPAL reporta que el feminicidio se ha convertido en una epidemia, por eso frente a esta innegable realidad que se haya decidido como tema de estas jornadas, defender y juzgar con perspectiva de género se impone y nos impulsa a actuar y a ser voces de cambio en nuestras comunidades.

Tanto quienes ejercen la magistratura, como nosotros los y las abogados debemos comprender que la perspectiva de género no es ni debe ser un concepto abstracto, sino una guía práctica en nuestro ejercicio diario. 

En este contexto aplaudo los esfuerzos que hacemos al cuestionar las normas y los procesos que pueden desestimar o deslegitimar las experiencias de las mujeres. 

Basta leer los informes de la Comisión Interamericana de Mujeres que revelan que a la desconfianza general sobre el sistema de administración de justicia se le suma la de las mujeres que sufren violencia de género, y que las condena a no buscar ayuda legal basada en el descrédito del sistema legal que muchas veces las revictimiza, o no las contiene debidamente.

Es fundamental que entendamos que las leyes y políticas deben reflejar las diversas realidades de las mujeres. 

Esto incluye la implementación de protocolos sensibles, pero también la necesidad de destinar recursos en la capacitación para que, desde los tribunales y los profesionales del derecho, estemos a la altura para defender y juzgar cuestiones vinculadas a la violencia de género, al acoso y la discriminación. Solo así podremos garantizar que nuestras prácticas legales sean efectivas y eficaces 

Como mujeres, abogadas y juezas no alcanza ya con cuestionar el  patriarcado y las estructuras de poder que perpetúan la desigualdad, debemos propiciar terminar también con las otras desigualdades, las más veladas, las sexuales, las raciales, las económicas y las sociales. Ser conscientes que el enfoque debe ser holístico, y que también llegó el momento de cuestionar nuestros propios privilegios, porque es absolutamente necesario que la mirada sea interseccional.  

Se impone que hagamos juntas esas reflexiones, la brecha salarial ya no puede soslayarse, pero no es ese el único desafío que tenemos por delante, junto con los avances tecnológicos, todos nos volvimos consumidores y usuarios digitales; somos hipervulnerables, pero lo somos aún más las mujeres, y las niñas. 

Los expertos advierten sobre el sesgo algorítmico; es creciente la preocupación en buscar la manera de erradicar la violencia digital sobre las mujeres, los números son alarmantes y tanto quienes ejercemos la profesión como quienes forman parte del poder judicial debemos estar atentos a ello, para no cometer errores recurrentes, no revictimizar a quienes lo sufren y ni invisibilizar la problemática. 

Ya para ir finalizando, nos exhortamos  a trabajar desde donde nos toque para propiciar la inclusión equitativa de mujeres en posiciones de liderazgo, tanto en la abogacía organizada como en la justicia, ya que esto no solo enriquece la profesión, sino que también mejora los resultados judiciales. Según la UNESCO, la diversidad en los equipos de trabajo promueve una toma de decisiones más equilibrada y considerada. 

La paridad no es simplemente una cuestión de número; es una cuestión de voz, de experiencia y de perspectiva. Por eso quisiera sentar la posición que es absolutamente necesario que se comprenda en todos los Consejos de la Magistratura de la Argentina la necesidad de la incorporación de mujeres juezas en los tribunales y juzgados de todas las instancias a lo largo y a lo ancho del país y también es inclaudicable el reclamo de mujeres a la Corte nacional. 

Hoy, en este congreso, tenemos la oportunidad de compartir experiencias, aprender unas de otras y crear estrategias que nos permitan avanzar en la lucha porque la perspectiva de género no es solo una necesidad, sino que es un derecho. Muchas gracias.

 

Palabras de bienvenida y reflexiones

Dra. Silvia R. Pedretta

Antes que nada, decirles bienvenidas y bienvenidos al Colegio de la Abogacía de San Isidro.

Gracias a mis compañeras las Dras. Villegas, Calahonra, Sciarrone,  Melfi, Cabral, Martínez Seijas, Rodini, Cuellar Murillo,  Sánchez Sánchez, Stefanía Fernández, a todas por haber trabajado tan duramente en la preparación de este encuentro.

También a nuestra colega Ma. Adela Dobalo, por aportar a nuestro espacio su extraordinaria obra que liga el derecho con la expresión artística.

Mi agradecimiento sincero al personal de esta casa.

Por último y muy especialmente a la Dra. Guillermina Soria que ha atendido cada uno de nuestros pedidos con un ejercicio de la presidencia de este Colegio que la distingue: un ejercicio sororo.

Comienzo mis breves palabras, afirmando que el feminismo es un movimiento de emancipación y como tal cuestiona valores y la estructura misma de la sociedad.

Por ello transcurre entre lo político (en su sentido amplio) y lo ético.

Se ha dicho que “El feminismo, como concepto, como fenómeno, como ideario, como movimiento social y político independientemente de sus múltiples y diferentes perspectivas y estrategias- ha supuesto desde incluso antes de que fuera conceptualizado, un movimiento que se enfrentaba- y se enfrenta- al patriarcado, el sistema de dominación más antiguo de la historia de la humanidad y posiblemente, el más sutil y difícil de identificar. En este sentido, las mujeres que desafían al patriarcado se convierten en sujetos políticos que cuestionan las estructuras de poder y de opresión, a la vez que libran una batalla moral, o ética, porque su propia existencia plantea una crítica a los valores establecidos.” 

En nuestra conversación, pues de eso se tratan estas brevísimas palabras, he pensado no hablar ni del derecho, ni de los avances de las normas jurídicas, ni de los fallos que nos rodean, ni de los juzgados que nos pesan, ni de los observatorios, las estadísticas, ni de las militancias que corren y sostienen nuestras luchas.  De todo eso vamos a hablar hoy y mañana, con profundidad académica y con pasión, un sentimiento que nos acompaña desde hace trece (13) años. 

Sostengo que nada de lo actual puede pensarse de una manera aislada.

Por eso reivindico todo el desarrollo de la Teoría Feminista y en términos del sistema liberal coincido con aquello de que la razón ilustrada, además de ser un programa inacabado, tiene una deuda histórica con las mujeres. 

Aunque, también debo decir que aquel sistema nos ha brindado gran parte de los fundamentos discursivos en cada una de nuestras demandas, ya sea que se trate de la inclusión a la ciudadanía o del ejercicio equitativo del poder.

En el corazón del acuerdo político que Occidente –pareciera ser- ha elegido para gobernarse se nos asigna a las mujeres “locus doméstico” siendo útil dicha asignación a los efectos de la organización del estado liberal capitalista. Las mujeres discutimos ese reparto, en esa discusión en la que no aceptamos interdictos ni hipocresías debemos hablar de las desigualdades materiales e ineludiblemente tomar posición con relación al liberalismo y criticar este sistema económico en su modo de producción social.

Continuando con el método abrazado por Occidente señalo que las objeciones realizadas desde la teoría feminista— son múltiples y aparecen dirigidas, en muchos casos, a la totalidad del proyecto rawlsiano.

Rawls, en su obra principal, no asumía una postura crítica respecto de la familia, lo cual generó el espacio a las múltiples observaciones que se le hicieron a su Teoría de la Justicia. Esta “falla” de la cual es responsable dicha teoría, es reconocida por el propio autor quien sostuvo textualmente:  “Admito que la "Teoría de la Justicia" debió haber sido más explícita su error es atribuible a mí y no al liberalismo político por sí mismo.»

Recuerdo que la mayor critica del marxismo (reavivadas las discusiones a partir de la Teoría de la Justicia) es que las personas no son pre sociales ni átomos a la hora de los acuerdos, en definitiva, critican el velo de ignorancia con el cual Rawls propone acudir a dichas concordancias.

Siendo infiel a todas las expresiones de la teoría feminista, pues los minutos de que dispongo no son suficientes, destaco muy especialmente los aportes de Iris Marion Young, cuando dice (en términos del sistema) que, abordar el tema de la justicia es replantearse la idea misma de Justicia como imparcialidad. Decimos junto a ella que la idea de la Justicia debe en primera instancia reconocer la existencia de todos aquellos que comparten desventajas culturales, color de piel, géneros y condición económica.

Además, es imperativo que las políticas públicas se construyan teniendo en consideración con detalle dichas desventajas.

No olvido los importantísimos aportes de Nancy Fraser, quien, con razón, ha señalado que la imposibilidad de interactuar de manera igualitaria está referida a las estructuras económicas y culturales siendo las primeras la consecuencia de las desigualdades de clase con la que “se organiza la distribución de la producción en la sociedad”.

Con sus palabras: “El capitalismo actual, financiero, globalizado, neoliberal, es especialmente problemático por la presión que ejerce sobre la reproducción social. Por un lado, necesita que las mujeres en general trabajen con un empleo a jornada completa. Y por otro, necesita que los gobiernos recorten el gasto social, que quiten las ayudas a la reproducción social. Por eso ahora dicha reproducción social es una especie de foco de tensión, el lugar en el que estallan las luchas. Ello sitúa a las mujeres en la primera línea del activismo social. Es una situación novedosa e interesante, porque en épocas anteriores de crisis capitalista solían ser los trabajadores varones quienes estaban en primera línea…El feminismo es una fuerza muy importante en esta nueva arena de lucha”.

No quiero olvidarme más allá de toda observación, las críticas que realizó el socialismo marxista a la familia, y sus expresiones a la relación entre la moral y la explotación económica y sexual de la mujer. 

Por su parte muy a pesar de Proudhon también el anarquismo como movimiento social contó con numerosas mujeres que contribuyeron a la lucha por la igualdad.

La llamada Nueva Izquierda y diversos movimientos sociales radicales como el movimiento antirracista, el estudiantil, el pacifista y tantos otros han contribuido a nuestros reclamos.

Reclamos no sin sinsabores: "Como quiera que creíamos estar metidas en la lucha para construir una nueva sociedad, fue para nosotras un lento despertar y una deprimente constatación descubrir que realizábamos el mismo trabajo en el movimiento que fuera de él: pasando a máquina los discursos de los varones, haciendo café pero no política, siendo auxiliares de los hombres, cuya política, supuestamente, reemplazaría al viejo orden", así expresaba esos sinsabores Robín Morgan.

Pedimos, exigimos, con una praxis distinta cambios estructurales y no abandonamos ningún feminismo, conforme bien se ha dicho es una teoría en permanente desarrollo.

No estamos solas, en tono irónico.

Juan Gabriel Tokatlian, experto en relaciones internacionales, sostiene: “El papel de las tecnológicas en la internacional reaccionaria es muy importante y cada vez más. Hay fundaciones de millonarios que apuestan a una agenda social contra el aborto, contra el derecho reproductivo y las cuestiones de género….  Esos subgrupos alimentan con recursos, publicidad y difusión esa agenda.  Y a las tecnológicas se sumaría el mundo financiero: si sumamos las fortunas de las personas que están al frente de esas dos ramas, superan con creces 50, 60, 80, 90 países juntos.  Tienen una capacidad de decisión y de incidencia enorme”.

Agrego que dicha reacción violenta es la medida exacta de lo que hemos avanzado, es lo que hicimos bien, no lo que hicimos mal.

Y que toda esa gente no se ha enterado que hemos salido de La Ilíada, Las mil y una noches y la Casa de Bernarda Alba.

Alguien dijo hace poco que no le tienen miedo a los y las pobres, que tal miedo no existe, a lo que le tienen miedo es a los y las pobres organizadas.

Pues que les tengan miedo y le sumen respeto a las mujeres organizadas.

Hasta tanto se produzcan los cambios estructurales que reclamamos coincidimos con Sandra Gomora Juárez en que “el liberalismo debe ser congruente con sus propios principios y procurar la libertad y los derechos individuales de los varones, así como de la mujer dentro y fuera de la familia, tanto en el ámbito público como en el ámbito privado, atendiendo a las particularidades de cada género”. 

Por ùltimo me despido con la irreverente luz de Alejandra Pizarnick.

Soy mujer.
Y un entrañable calor me abriga
cuando el mundo me golpea.
Es el calor de otras mujeres,
de aquellas que hicieron de la vida
este rincón sensible, luchador,
de piel suave y corazón guerrero.

Gracias!

Un minuto de silencio. Apelaciones y clausura de las XIII Jornadas Nac. de Abogadas

Dra. Susana Villegas
  • Estas jornadas se organizaron pensando en las víctimas de las violencias

    Por esa razón, pido un minuto de silencio por Pamela, Mercedes y Andrea, 3 mujeres que fueron asesinadas por lesbianas. -Según la RAE a ese crimen de odio se lo llama “lesbicidio”-. También para recordar los asesinatos de María Elvira, Rosa, Yamila, de las niñas Xiomara (3 años) y Milagros (10 años), Jenifer, Gabriela, Anabelia (inducida al suicidio por su expareja) y por las 2544 mujeres asesinadas, desde el 03/06/2015 hasta el 30/05/2024. Gracias.

 

Quiero hacer una mención de la mujer que introdujo el término “Feminismo” en nuestro país. Fue Elvira Virginia López. En 1901, defendió su tesis doctoral, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA denominada “El movimiento feminista. Primeros trazos del feminismo en Argentina”. Elvira era hija de un conocido pintor del que no voy a mencionar su nombre. 

A nivel internacional las luchas feministas lograron visibilizar no sólo las violencias machistas contra las mujeres, sino que, como esas luchas tuvieron un contenido político, filosófico y social, dieron vuelta las instituciones jurídicas, políticas y sociales. 

De las 4 etapas de las luchas del feminismo, 2 palabras del feminismo contemporáneo, los años 60.

Fueron épocas de revueltas y de movimientos de protesta, pero con un condimento, la “actuación colectiva”. 

El Mayo del ´68 puso sobre la mesa ante todo al feminismo, ya que la activa participación de las mujeres en las calles se hizo notar. Como sabemos, Simone de Beauvoir fue una de las referentas que apoyó y alentó la protesta. 

En esos años revueltos, las mujeres pudimos denunciar la cosificación de las mujeres y sobre todo la cosificación sexual, reclamar el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, utilizar la pastilla anticonceptiva y discutir el aborto, entre otros temas.

La cuarta etapa la estamos viviendo y no tengo buenas noticias. 

Nuestro avance arrollador ha provocado grandes adhesiones y fuertes reacciones en contra. 

Mujeres: el patriarcado se reinventa una y otra vez y es alimentado por el determinismo biológico de los roles de género construidos socialmente. 

Esas reacciones adversas no son nuevas, ya que las padecemos desde tiempos inmemoriales.

Pero ahora existe una poderosa herramienta que son los nuevos canales de difusión y expresión a partir de la “popularización de las redes sociales y la “democratización” del espacio público virtual.”, imponiendo el término “ideología de género”, como una forma de pensamiento y de actuación totalitaria. 

Organizaciones antiderechos, financian campañas, interceden en la opinión pública y forman cuadros políticos. Estas organizaciones no necesariamente son religiosas, también son laicas, incluso son organizaciones de profesionales. 

Hoy sufrimos el ciber-acoso, la ciber-extorsión y los trolls que ofenden y molestan cuando hacen comentarios en las redes sociales, refugiados en el anonimato, las llamadas “tribus informativas”, aprovechando la compulsividad de la cultura de la pronunciación que ofrece internet. 

La tecnología a través del “algoritmo”, lee las búsquedas y se “reactualizan los antagonismos de clases, de género, sexuales, políticos y raciales, con los cuales establecen un entretejido complejo.” Por ser efímero, nada se chequea y se reenvía como si fuera una verdad revelada. 

El blanco son los movimientos feministas en general y las mujeres como personas en particular. Los comentarios suelen ser, entre otros, misóginos, clasistas, racistas, religiosos y homolesbotransfóbicos. 

Somos zurdas, feminazis, femibolches, kukas, kk, progresistas marxistoides (éste es muy bueno), pecadoras que merecemos el castigo divino (¡cuando no!), locas, histéricas, delirantes, desquiciadas, machonas, tortas, sucias, damos asco, yeguas, etc., etc., y el corolario es que estamos financiadas por el estado. 

Pila Minyersky y Nina Brugo pusieron al desnudo que en Argentina, lamentablemente estamos sufriendo el desguace de políticas públicas, ganadas legítimamente. 

Qué pena con las violencias que siguen padeciendo las mujeres. 

¿Y los caminos para llegar a los espacios de poder? se convierten en verdaderos laberintos de Borges, y el signifcante y el significado es que: no podremos escaparnos del laberinto que rige nuestras vidas. 

Me permito una digresión más. 

Diré algo del idioma. 

Vieron que está bien visto decir “wifi”, “online”, “web”, “waze”, “facebook”, pero si decimos “testiga”, “chofera”, “individua”, ¿nos dicen que queremos deformar el idioma?

Algo más. 

Si como contrapartida de “hombre público” digo “mujer pública” ¿qué se entiende? 

Mujer pública ¿no es sinónimo de prostituta? 

¿Podremos exigir cambios en el idioma? ¡Por favor!

En relación al panorama tan sombrío ¿qué hacemos? 

Si aquellas mujeres sin herramientas fueron rompiendo techos, derribando mitos, peleando por derechos de los que ahora nosotras gozamos, nosotras caminando juntas podremos recuperar los derechos perdidos y ampliar los que aún no gozamos. 

¡Seremos juezas de la Corte Suprema de Justicia de la Nación!
¡Seremos juezas de la Casación Penal!

Ángela Davis dijo en la Marcha de las Mujeres en 2017: “Un feminismo inclusivo e interseccional que nos llama a todas a unirnos…” 

Sigamos exigiendo y no volvamos a la esfera doméstica, porque mientras tanto, los hombres dominan la esfera pública.

Octavio Paz decía: “que la libertad se ejerce, que se es libre cuando le decimos NO al poder, que la libertad es una conquista.”

Yo, como Martin Luther King, tengo el sueño de que un día las mujeres estaremos en un pie de igualdad real.

Mujeres: sigamos peleando por un nuevo orden social y repitamos aquellas extraordinarias consignas del Mayo del 68: «Seamos realistas, pidamos lo imposible», «Las libertades no se dan, se toman», «El aburrimiento es contrarrevolucionario», «La imaginación al poder».

Para cerrar

Gracias a las conferencistas y a las expositoras, por habernos enseñado tanto. Hoy para mí fue un día de aprendizaje. 

Por último, gracias a todas por la magnífica participación, por el encuentro, por los abrazos cálidos, por las risas, por la emoción, por la generosidad de la presencia, por tanto amor, por estar. ¡Mujeres las aplaudo de pie!