El justiciable, parte en un proceso, tiene derecho a que se emprenda la búsqueda y -por supuesto- se logre alcanzar la justicia.
Ahora, ¿qué significa alcanzar la justicia? Seguramente podríamos escribir muchas páginas tratando de encontrar un significado al ideal de justicia.
A mi entender, implica emprender la búsqueda de la verdad, no sólo material u objetiva -aún como idea utópica- sino también como un deber implícito, una obligación, de saber lo que ocurrió y develar cuan ciertos resultan los hechos que se relatan, tratando de discernir cuánto de verdad revelan y que puedan ser testimonios en el futuro a fin de evitar su violación.
Pero esto no se logra si no garantizamos el acceso a la justicia, entendido como el acceso a la jurisdicción, el derecho a ser oído en el marco de un debido proceso y la obtención de una sentencia, pero no cualquiera, una motivada, que respete el principio de legalidad y de razonabilidad, todo ello a su vez… en un plazo razonable.
Dra. Liliana Noemí Díaz
- Martillera y Corredora Pública, Abogada, Escribana, Especialista en Derecho Constitucional y Derechos Humanos Universidad de Bologna, Diplomada en Argumentación Jurídica y Litigio Judicial por la Universidad de San Isidro Dr. Plácido
Marín, Aspirante a la Magistratura de la Provincia de Buenos Aires en el fuero del Derecho del Trabajo, Integrante del Instituto de Derecho Laboral del Colegio de Abogados de San Isidro, mail: [email protected]
Díaz Liliana Noemí. La sentencia motivada como instrumento constitucional.Revista Jurídica de San Isidro. Serie Contemporánea (4) 30-36 https://www.casi.com.ar/sites/default/files/2024-10/404.pdf