La ceremonia fue presidida por el Arzobispo de Tucumán Mons. Dr. Alfredo Horacio Zecca. En dicha ocasión prestaron juramento canónico los miembros del Tribunal Eclesiástico designado ad casum para llevar adelante la investigación en su fase diocesana. Sellados los respectivos documentos conjuntamente con las copias auténticas, según lo dispuesto por las normas canónicas de los procesos de canonización la instrucción Sanctorum Mater, se remitieron a la Congregación vaticana para las Causas de los Santos, para llevar adelante el proceso de la beatificación de la Venerable Madre Camila de San José Rolón.
Es oportuno recordar que el Sumo Pontífice Juan Pablo II promulgó el 25 de enero de 1983 la Constitución Apostólica Divinus perfectionis Magister, en la que, entre otras cosas, daba disposiciones sobre la tramitación de los procedimientos instructorios diocesanos o eparquiales realizados por los Obispos en vista de la beatificación y de la canonización de los Siervos de Dios.
La madre Camila de San José Rolón nació en San Isidro, el 18 de julio de 1842.
Era hermana del Escribano Avelino Rolón, quien fuera Intendente de esta Comuna y erigiera la Iglesia en honor a Santa Rita en 1900 en el barrio homónimo de la localidad de Boulogne.
De vocación religiosa, ingresó a la orden de las Capuchinas de Buenos Aires Descalzas, pero debió retirarse por problemas de salud.
Posteriormente se une a otras jóvenes en la casa de Ejercicios Espirituales fundado por Mama Antula. Pero su llamado hacia los enfermos, los pobres y las mujeres en peligro moral, la convenció que debía fundar su propio Instituto. Y así lo hizo el 28 de enero de 1880, puesta en las manos de la Divina Providencia, fundó en Mercedes, provincia de Buenos Aires, la Congregación de las Hermanas Pobres Bonaerenses de San José. Si bien tuvo la aprobación del proyecto de Regla por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Federico Aneiros, en su presencia ante el Romano Pontífice, Leon XIII, éste vio en ella el llamado de Dios y le dio su aprobación pontificia verbaloral.
Erigió su Casa Generalicia en Roma, en vía Dei Fienilli 45ª, gracias a la ayuda de su hermano Avelino Rolón y de León Gallardo. Hoy tiene presencia en múltiples países americanos y europeos como así también en África.
Luego de una cruel enfermedad, muere con aroma a santidad en Roma el 16 de febrero de 1913. Los diarios de la Ciudad Eterna, daban cuenta en sus titulares “ha muerto una Santa y Roma sabe de santos”. Sus restos mortales, trasladados a la Argentina en Comitiva dispuesta por el Sr. Presidente Roque Saénz Peña, fueron velados en la catedral de Buenos Aires y, previo solemne funeral, fueron trasladados en cureña hasta la Estación Retiro donde en un tren dispuesto especialmente fue llevada a la localidad bonaerense de Muñiz, donde reposan en la capilla de la actual casa generalicia.
De ser beata y luego santa, será la primera santa sanisidrense, hija de argentinos y de un Instituto también bonaerense.
Es una oportunidad propicia para recordar las palabras de Monseñor Calcagno quien dirigiéndose al pueblo de San Isidro, dijo: “porque será el primero entre los pueblos de la Patria, porque sobre sus barrancas se levantará la primear flor de santidad de nuestra tierra y las generaciones venideras exclamarán: aquí nació la Santa”.