Por la Dra. Silvia R. Pedretta
«Los países en los que hay más igualdad de género experimentan un mayor crecimiento económico. Las empresas que cuentan con más líderes mujeres logran mejores rendimientos. Los acuerdos de paz que incluyen a las mujeres son más duraderos. Los parlamentos en los que hay más mujeres aprueban más leyes sobre cuestiones sociales clave como la salud, la educación, la lucha contra la discriminación y la manutención de los niños. Las pruebas no dejan lugar a dudas: la igualdad de la mujer supone progresos para todos.» Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon
Una vez más la historia nos encuentra recordando el Día Internacional de la Mujer, es la ocasión entonces de reafirmar todos y cada uno de los compromisos que los Estados han asumido en la real y concreta igualdad entre hombres y mujeres.
Somos conscientes de los progresos obtenidos a lo largo del globo que transcurren desde la promulgación de una de las constituciones más progresivas en la consagración de los derechos de las mujeres en la región de los Estados Árabes como asimismo la investigación y represión de la violencia sexual en tiempo de guerra.
Una simple lectura por la información que se desprende de ONU Mujeres da cuenta de la eliminación de legislación regresiva en distintos puntos del mundo, atravesando complejidades como la Marroquí o la India.
La nueva Constitución de Túnez es un claro ejemplo de los progresos a nivel mundial, en materia de derechos de las mujeres.
La competencia de las mujeres en los Juegos Olímpicos de Invierno es un hito de importantísimo reconocimiento luego de un siglo de postergaciones también en este sentido, aun cuando la negativa parecía a todas luces increíble.
A pesar de los avances decimos que persiste aun una enorme brecha en punto a la igualdad de oportunidades en el mercado laboral entre hombres y mujeres. No sólo con salarios depreciados sino con promociones injustamente postergadas.
A su vez es nuestra obligación y nuestro compromiso recordar que de acuerdo a un estudio realizado por el Ministerio de Salud de la Prov. de Buenos Aires sobre mil trescientos ochenta y ocho (1388) casos del Programa para la atención de la violencia familiar y de género del Ministerio de Salud Bonaerense, el grupo más vulnerado está integrado por mujeres de entre 20 y 39 años de edad y el 40% de las víctimas convive con su agresor.
Por su parte el observatorio de femicidios indicó que en el año 2014 una mujer fue asesinada cada treinta (30) horas.
De los doscientos noventa y cinco (295) femicidios, ochenta y nueve (89) ocurrieron en la Prov. de Buenos Aires.
Le siguen la Prov. de Córdoba con treinta y un (31) casos, Santa Fe con veintiocho (28), Salta y Chaco con dieciséis (16) cada una.
A su vez se registraron quinientas dos (502) denuncias por violencia física a lo que se adiciona que en el diez (10) por ciento de los casos además sufrieron violencia verbal y psicológica.
Por ello, es que entendemos que deben profundizarse todos los programas de sensibilización, capacitación e investigación que sabemos se están llevando a cabo. En dicho sentido es urgente que abogados y jueces realicen cursos, se formen y se capaciten en los programas en curso que promueven la no discriminación, la inclusión, la igualdad de oportunidades y la prevención y sanción de los actos violentos.
Si bien las mujeres ocupan por primera vez este año más de un tercio de los quince (15) lugares del Consejo de Seguridad de la ONU, ello con las embajadoras de Argentina, Jordania, Lituania, Luxemburgo, Nigeria y los Estados Unidos y a su vez a dicho incremento del número de mujeres en puestos de liderazgo en temas de paz y seguridad en la ONU, se suma que la General de División noruega, Kristin Lund, fue designada Comandante de la Fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Chipre y asume sus funciones en agosto y que lugares y espacios emblemáticos como el Empire State Building de Nueva York y las pirámides de El Cairo, se iluminaron de naranja por primera vez como parte de un llamado de las Naciones Unidas para “pintar tu barrio del naranja” (orangeurhood) en el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra las Mujeres y durante los 16 días de activismo contra la Violencia de Género, todo aun es poco.
Malala Yousafzai, recibió el Premio Nobel de la Paz pero la tarea lejos está de terminarse.
Por lo expuesto, tenemos la convicción de que el 8 de marzo, no puede ser un día de celebración sino de reflexión y si de consecuente acción.
