DECLARACION DE LAS V JORNADAS NACIONALES DE ABOGADAS DE LA F.A.C.A.
CUPO EN LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION
VISTO la vacante que se ha generado en la Corte Suprema y que actualmente se encuentra en proceso de designación y
CONSIDERANDO
Que la renovación producida en la Corte Suprema a partir del año 2002 significó un gran paso adelante en la consolidación de un estado social y democrático de derecho y en la generación de un cambio histórico con la inclusión de dos magistradas mujeres sobre un total de siete miembros.
El compromiso con la defensa de los derechos de la mujer y la igualdad nutrió muchos precedentes emblemáticos para el cambio de enfoque en la interpretación y aplicación de las normas desde una perspectiva de género y generó avances muy concretos en el Poder Judicial: la creación de la Oficina de la Mujer y de la Oficina de Violencia Doméstica.
Ambas iniciativas irradiaron su ejemplo en todo el país, impulsando la creación de oficinas similares en los poderes judiciales de las provincias.
La Oficina de la Mujer –que dirigió Carmen Argibay hasta su muerte- visibilizó la composición desigual del poder judicial: en los cargos inferiores se ubican mayoritariamente las mujeres; en los superiores, se ubican los varones.
El Mapa de Género de la Justicia Argentina lo demuestra con claridad: los tribunales superiores del país están conformados por un 78% de varones y un 22% de mujeres. Las Cámaras Federales se integran con un 67% de varones y un 33% de mujeres. Los jueces de primera instancia son varones en un 66% y mujeres en un 34%. En la grilla de secretarios ya la ecuación se invierte: las abogadas mujeres superan el 50% en todos los fueros.
Traducido en cifras, se vio con claridad el techo de cristal: somos todos formalmente iguales, pero hay una línea invisible que opera como techo para detener la participación de las mujeres en los lugares de mayor responsabilidad profesional y política. Estimamos que mantener la composición de la Corte con la participación de una sola magistrada en un total de cinco miembros, configura un claro retroceso en orden a construir una sociedad más inclusiva y democrática.
Por ello, DECLARAMOS
Que corresponde designar a una jurista mujer, con profundo compromiso con los valores democráticos de igualdad, en el cargo vacante en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, respetando y honrando el camino que comenzó a abrirse en el año 2002 cuando se inició un proceso de renovación del Más Alto Tribunal del país.